Creo que debí saberlo, de creer que era la afortunada. Siempre preste mi corazón, y ahora nos aprendimos los nombres.
Y me dije a mi misma “Esto será diferente, no despedidas, mis ojos no lo cargaran. No sobreviviré si eso viene."
¡Solo sigue! ¡Y no mires a atrás! Porque si mi corazón se rompe, me va a doler mucho.
Desearía poder culparte, pero se que nadie tiene la culpa
Cenicienta sin zapatillas y el príncipe que no sabe que perdió.
El dice que su cara le parece familiar y el mismo adiós de la canción antigua.
¡Pero esta vez no me rendiré, porque me iré!
Tengo que partir ya... Empezar a cuidar mi corazón y alma... Porque no se si pueda pasar otro adiós de nuevo ¡No otra vez!
